martes, 22 de abril de 2008

Amor: Estudio poético sobre una rara enfermedad

Es inclemencia total de tiempo (de estos tiempos actuales) que el amor ya no se dé como antes. Las cosechas ya no son tan bellas ni tersas como hace medio siglo, cuando esta pequeña tierra apenas abria los ojos al mundo. Hoy el romance se ha muerto, y solo muy de vez en cuando revive (al abrir un libro de amor y sosobra), para solo terminar otra vez muerto, sobre toneladas y toneladas de escombro moderno.

El romance se ha muerto. Se ha muerto y no revivirá. Hoy, aquel que se haga llamar romántico o intente esta primitiva práctica, será tachado de loco, irreal, "no habil con las chicas", idiota. Pendejo.

Hoy, el romance queda limitado a 'El amor en los tiempos de cólera' o alguna otra novela sobre el amor. Hoy, el romance solo es cosa de locos y escritores. Escritores locos. Escritores locos que viven en su mundo irreal. Hechos para ellos y solo para ellos. Por eso no tienen mujeres que los acompañen. La corporación ha absorvido todo. El cariño es una materia prima, fundamental en la venta de tarjetitas de San Valentín. Hoy, la rosa para la persona amada se ha convertido en ingreso de dinero para el floricultor, en la triste maquina que a duras penas mueve su triste vida.

¿Dónde quedó el amor? ¿Dónde quedó el romance de antaño? Aquel romance del hombre hacia la mujer, donde una carta podía decir mil y un cosas, y una respuesta creaba mil y un ilusiones sobre besos, abrazos, carícias y amor de verdad mientras se miran mutuamente a los ojos... Aquel romance donde la carta infantil del joven le dedica a su joven niña versos salidos del corazón...

¿Es verdad o me equivoco? ¿Acaso era el amor tan poético y romántico antes? ¿Lo era?
¿Acaso no es esto solo un sueño más del poeta loco y escritor que solo sabe divagar en su propia mente, de una forma tan egoísta que no permite ver dentro de ella nisiquiera al ser amado?

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