miércoles, 24 de enero de 2007

DE LO QUE ACONTECIÓ DE UNA PLÁTICA CONMIGO MISMO

CAPITULO III
Un poema

Después de aquel incidente con lo del himno nacional y de la suspensión, pase dos meses bastante tranquilos junto con Tom. Platicaba con él y siempre estaba con él. (Porque él era yo)Pero unos días le deje de prestar tanta atención, la razón, una chica… y él lo notó:

.Varias veces me dijo que me le acercara, que le dijera lo que sentía, se veía bastante sencillo, ya me llevaba muy bien con ella, platicábamos varios recesos en la escuela… me iba a buscar al salón, yo al suyo y yo quería decirle todo lo que sentía, pero nunca pude… “A LOS DE SIGNO LIBRA LES CUESTA TRABAJO DECIR LO QUE SIENTEN POR ALGUIEN” me dijo una amiga una vez, yo no le quise creer, pero ahora me retracto.

Varias veces intenté decirle lo que sentía, varias veces intente decirle “me gustas” o “¿quieres ser mi novia?”, pero simplemente las palabras no salían.
Tom me sermoneaba sobre cómo hablarle, como decirle todo eso, cuando y donde, pero ese no era el problema… Yo ya sabía, el problema era que no podía…

-Mira, solo tienes que ir con ella a un lugar solitario, bonito y de la forma más dulce y tierna le dices que te gusta
-Eso ya lo se…
-¿Entonces por qué rayos no lo haces?
-No lo sé, solo no puedo…
-Eres raro… y lo peor es que estoy pegado a ti... Mira, solo tienes que decirle TE-A-MO o ME-GUS-TAS. Es así de sencillo…
-Lo sencillo no es lo que diga, sino que lo logre
-Vamos, tienes que sacarlo, porque si no lo haces, vas a vivir con esa pena de que no haberle dicho a quien alguna vez amaste lo que sentiste por ella. Es lo peor que se puede hacer, y aunque pase el tiempo y digas que ya no te importa, tu perfectamente sabrás que aún la amas y no podrás evitarlo… No le digas que te gusta y ya. No. Nada de eso funciona, no es como en las películas, donde las mujeres caen rendidas a los pies del protagonista, porque te estarías cerrando a una fantasía que nunca o muy difícilmente sucederá. Tú tienes que tomar la iniciativa, solo es decirle eso, es lo más difícil, de ahí, solo es esperar una respuesta, que aunque sea negativa será un alivio a tu corazón. Vamos, solo tienes que decirle…

Y hubiera deseado poder haberlo hecho.

Diario, la dulce imagen de esa hermosa niña me atormentaba, veía perfectamente como su cabello lacio caía sobre los lados de su cara y sus ojos verdes me veían de la forma más dulce posible, su sonrisa me cautivaba y no podía decirle. En mi banca rayé con un lápiz:

“Tu cabello ondula en el cielo y acarician la Luna a la par de mi
canción de Chelo
Mis labios desean tu boca, mis manos tu cuerpo tocan
Y
nos fundimos en un eterno sin fin de todo lo que sentimos”


No podía hacerlo, con el solo hecho de verla y hablar con ella se me olvidaba que le diría, solo quería oírla, estar con ella, de alguna forma, prefería no decirle, porque si le decía, y me respondía negativamente, se alejaría de mi. Cosa que no soportaría, prefería así, ser su amigo, así no habría problemas, no quería arriesgarme, así todo sería más fácil y sería feliz, aunque de una forma bastante patética. Escribí varios poemas pensando en ella, dos de ellos con su nombre por título, pero nada de eso me llenaba ni me hacía olvidarla, no podía sacármela de la cabeza.
Unos días la estuve acompañando a su casa después de la escuela, y diario, cada que iba con ella en la calle, me comía las entrañas el deseo de detenerla, abrazarla y besarla; un largo beso que le mostrara que la amo, que pudiera decir todo o más de lo que yo le quería decir, pero me reprimía, ¿Por qué? No lo sé, solo lo hacía y me hacía sufrir mucho.

-¿Quién te gusta?- Me preguntó una vez que la acompañaba a su casa. Me quedé mudo, esa era una oportunidad para decirle...
-¿Por qué quieres saberlo?-Le respondí
-Por curiosidad… ¿Es alguien de la escuela?
-Si- Mi corazón se heló con esa respuesta, no podía creer que le iba a decir, pero lo iba a hacer. Estaba decidido
-¿Quién es?
-Adivinalo…
-¿Va en la escuela?
-Si.
-¿En nuestro grado?
-Si- Fue aquí donde no pude seguir, me arrepentí de lo que estaba haciendo.
-¿En qué salón va?
-Mejor ya no te digo- Esa fue mi respuesta, ella estaba obviamente molesta, pero algo me dijo que me detuviera, que no debía saber que me gustaba.
-¡Vamos, carajo, dile!- Oí perfectamente como me lo gritó Tom. Yo me quedé callado…
-No te puedo decir, perdón- Le dije a ella, y fue cuando Tom explotó.
-Vamos, dile de una vez, yo se como te sientes, yo sé que lo quieres hacer, yo sé que lo deseas, he visto y estado contigo cuando escribes esos poemas. Dile que la amas ¡Demonios, dile!
-Pero ¿Por qué no?- Me preguntó ella
-Lo siento, francamente no puedo- Y le di una sonrisa, que no tuvo efecto- Pero si te lo voy a decir. Te lo prometo.
El resto del camino a su casa fue un mortal silencio para mí. Todo mi estomago me dolía y no podía voltear a verla.

Durante dos semanas Tom me estuvo restregando en la cabeza que esa era una oportunidad que desperdicié por completo, que tal vez otra como esa no habría. Yo lo sabía, pero no le puse mucha atención a lo que me decía. En un receso, me paré sin más y me dirigí a su salón.
El salón estaba cerrado, pero dentro estaba ella, un maestro calificando algo con varios alumnos alrededor y ella estaba en su lugar escribiendo algo en un cuaderno. Me acerqué para saludarla.
-Hola, ¿Qué haces?
-Una tarea de matemáticas
-Bien. Oye, te quería decir que ya estoy listo para decirte quien me gusta.
-¿Si?
-Si- Otra vez, empezaba a flaquear en mi decisión, pero Tom me ayudó- ¿Te lo escribo en un papel?
-OK- Arrancó un trozo de papel de un cuaderno y me lo dio, volteó para ver lo que escribiría pero le pedí que esperara, de mala gana volvió a su escritura mientras yo escribia:

“TU”

Cuando terminé, se lo entregué e inmediatamente sonó el timbre de cambio de clase y regresé a mi salón, pero saliendo de su salón vi perfectamente como abría el papel para leer lo que decía. Me sentí mal, por alguna razón, talvez porque no se lo pude decir de frente, no le pude decir más. Eso me devastó.

Desearía poder regresar en el tiempo y decirle todo lo que siento por ella, poder decirle que la amo, que estaré junto a ella y poder haberle dado un beso aunque sea.

Sé perfectamente que en este capítulo no interviene mucho Tom, pero era necesario para mí escribirlo, porque para mí es más fácil expresarme por medio de palabras, porque esto fue escrito porque lo necesitaba decir y esta fue la mejor manera en que pude hacerlo. Tal vez también lo hice porque por este medio no tienes que ver a esa persona a los ojos para decirle que te gusta y la amas.
Solo espero que el mensaje sea claro.

FIN DEL TERCER CAPÍTULO



viernes, 19 de enero de 2007

DE LO QUE ACONTECIÓ EN UNA PLÁTICA CONMIGO MISMO

CAPÍTULO II
Antipatriotismo

Me perdonarán ustedes que de un recuerdo de mi niñez me brinque a otra plática que me aconteció más o menos cuando tenía 16 años… Algunos historiadores dirán que es un revoltijo, que es malo que un escrito autobiográfico no lleve una cronología correcta y adecuada, pero, reitero lo que dije en el capítulo pasado: Júzguenla ustedes mismos. Y en este caso le agregaré: El sentido del tiempo es lo de menos. Lo importante aquí, es Tom.

Ya habían pasado los peores años de mi juventud (la secundaria). Ahora me encontraba en la preparatoria, tercer semestre…

“Qué emoción que ya merito te vas a la universidad” Me decían las señoras mayores, amigas de mi mamá o mi abuela. Simplemente me valía un bledo. Hacía bastante tiempo que no hablaba con Tom, pero me dejaba notas en la mañana. Notas que, sabía perfectamente que mi mano había escrito, pero que no eran mis ideas, no eran mis saludos y sin duda alguna, no era mi letra.

La primera vez que encontré una nota suya fue cuando me desperté un jueves a las 5:30, hacía exactamente cuatro años y medio. En mi primer día de secundaria, decía:

“Suerte, amigo…”

Al principio pensé que era una nota de mimadre, incluso le fui a agradecer, pero fui respondido con una negativa. Al principio pensé que estaba jugando, después, recordé a aquel niño de pelo lacio azabache, ese que en toda la primaria me ayudaba con las preguntas de historia en la escuela, o que platicaba conmigo cuando estaba solo… Recordé entonces a Tom. Toda mi infancia había pensado que era un niño con el que coincidía en la misma escuela, parque, incluso a veces lugares públicos, pero por mi mente jamás me había pasado la idea de que él no fuese real… “No puede ser cierto…” Me dije a mi mismo y pensé que si así era, entonces no volvería a recordarlo, talvez, la nota la escribí dormido…
Pasaron tres días de los más tranquilos en mi vida, a pesar de que la transición primaria-secundaria me había afectado, parecía ser que afectaba a alguien ajeno, a quien yo veía como tercera persona, como si fuese de un programa de televisión. Nada más.

En la noche del tercer día me fui a dormir ya olvidado casi al cien por ciento de aquella terrorífico mensaje de aliento, aunque algo en mi interior se negaba a olvidarlo… A la mañana siguiente, encontré otra nota, con la misma letra ajena a mi casa, en un trozo de papel y decía:

“No sientas miedo, amigo, solo soy yo, ¿acaso ya te olvidaste de mí?
Atte. TOM”

A pesar de que sabía quien era Tom, la duda de cómo entró a mi casa para escribirla me aterrorizaba… Pasó el tiempo y oyendo a mi padre sobre sus pacientes (era médico psiquiatra) supe que hay unas enfermedades que se ligaban mucho con lo que me pasaba, una de ellas era la de PERSONALIDADES MÚLTIPLES. Decía que no era enfermedad que pudiera dañar físicamente al paciente, a menos de que este mismo lo hiciera. Casos de personas que tenían hasta 40 personalidades distintas había registrados; con alergias distintas, tonos de voz distintos, gustos culinarios distintos, incluso, preferencias sexuales. Había incluso el caso de un hombre de EUA que era un asesino serial, su contraparte, era el autor de todos los asesinatos sangrientos que llevaba a cabo, al parecer por momentos recobraba su conciencia y dejaba notas a la policía de a donde iría, que haría al otro día y que rogaba que lo atraparan, porque no se podría controlar. Posteriormente lo atraparon, lo encerraron y hace aproximadamente dos años lo liberaron por buena conducta, en una entrevista dice que todavía platica con su alter ego, que le deja notas, ha platicado con él y siente que es muy real…

Eso fue lo que me hizo abrir los ojos, no era un niño que conocía las artes del ninjitsu del infiltramiento, era yo. YO y nadie más que yo. No quise alarmarme y menos a mi madre o padre. Investigando en la vida del hombre que fue asesino, encontré que es bastante sereno, no es violento y que su otra personalidad mataba porque era su escaparate de las presiones que él sentía. Hasta parecía un hombre sano y común.

Desde ese día, para mí Tom fue como decir que era mi hermano, me saludaba en las mañanas, lo saludaba, me dejaba notas en un papel, se las respondía. Todo como si nada y así me comuniqué con él toda la secundaria y el primer año de preparatoria, hasta ese día.

Fue un día donde nos pusieron en la formación para actos cívicos, una semana antes, los alumnos del último semestre se habían puesto muy desmadrosos y simplemente no respetaron la formación, ni cantaron correctamente el himno…
“Un total desorden y falta de respeto a nuestros lavaros patrios” había dicho uno de los maestros de educación física que nos tenían formados.

-Quiero que sepan que esto no es nada personal- dijo el maestro- Es solo para que se disciplinen y se comporten a la hora de los actos cívicos.
El Sol estaba bastante fuerte y quemaba la nuca, yo no soportaba eso, me dolían los pies, pagábamos todas las tonterías que habían hecho los del sexto semestre, simplemente me hacía sentir sumamente enojado.

Ya llevábamos cerca de 15 minutos con la mano en el pecho en señal de saludo a la bandera que no estaba.
-Deben recordar que la bandera representa a nuestros heroes…
Y una voz muy cerca de mi oído derecho soltó en un susurro:
-Yo no creo en ese pedazo de tela…
Mi cabeza se volteó para ver quien lo había dicho y un joven de mi misma edad de cabello lacio hasta las orejas color azabache, me miro y solto de la forma más natural:
-Hola ¿Cómo estas? Hace tiempo que no te veía.
Mis ojos no daban credito a lo que veía: Tom, estaba parado junto a mí.
-Ho-Hola, ¿como estas?-mi emoción era tanta que apenas podía hablar- ¿Dónde te metiste todo este tiempo?
-Mmmm… Por aquí, por allá, pero el mejor lugar en el que he estado sin duda es tu habitación…
-Jaja… ¿En serio?
Un maestro de los que nos estaban cuidando escuchó mi risa y se me acercó:
-¿Le parece divertido el reirse de nuestra bandera?
-No-noo… Este no señor…-Aunque parecía un cachorro tímido por fuera, por dentro sentía como se me revolvía el estomago y una bestia dentro de mí quería golpear al maestro
-¡Sí, no quiero saludar a la bandera! ¡Me da asco ese pedazo de tela hecho con retazos!- Soltó Tom de la nada… Era la primera vez que seguía presente cuando alguien más, ajeno al universo mío y de Tom, me hablaba.- Esa bandera y lo que representa es una mierda para mí…
-Dígame…-me dijo el maestro
-No señor, disculpe, no volveré a suceder…-dije y me tragué todo el odio que tenía en mi interior.
El maestro se alejo unos pasos de mi y en ese instante Tom me dijo:
-Es estúpido que quieran que le guardemos respeto a un pedazo de tela.
Yo no respondí, el maestro me seguía observando desde unos metros de distancia, y por mi mirada, Tom losabía.

Pasaron otros 5 minutos antes de que nos dieran la orden de firmes, y mi brazo adormecido por la posición recobró la circulación sanguínea que tanto necesitaba.

-Ahora vamos a cantar el himno. Para todos los extranjeros que no se lo sepan, les vamos a pasar unas hojitas con la letra, porque parece que en la primaria no aprendieron nada.
Tom tenia ganas de gritar, se le notaba en los ojos. Pero se aguantó

Empezamos a cantar…

“Mexicanos al grito de guerra el acero a prestad y el bridón…”

Yo estaba cantando, no quería problemas con los maestros de educación física, pero Tom con tono burlón cantaba:

“Ciñe o patria tus sienes de orina
De la paz del arcángel caido,
Pobre gobierno, que feo destino
Por el culo de dios, la cagó.”

Obviamente, como yo ya lo sabía, esto lo dijo Tom, usando mi boca. El maestro fue directamente a mí, me tomó del brazo y me llevó con el director.
Tuve una semana de suspensión, durante la cual, solo platiqué con Tom. Todo lo que hizo Tom, que talvez en parte hice yo, era “inmoral y grosero”… Pero no me importaba… Estaba feliz.

A partir de ese día, Tom se quedaba conmigo cuando las personas se me acercaban y empezó a formarse su propio criterio. En sus pláticas ya no preguntaba ni cuestionaba, ahora daba los temas de plática, me decía sus ideas y no se callaba cuando quería decir algo.
FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO

viernes, 12 de enero de 2007

DE LO QUE ACONTECIÓ EN UNA PLÁTICA CONMIGO MISMO

CAPITULO I
Niñez
En estos escritos cuento las anecdotas que me acontecen desde mi infancia hasta hoy día, desde que tengo uso de razón hasta este instate en que me siento en mi mesa con mi pluma en mano y papel. Esta es la prueba de mis intelectos y de una plática común y corriente conmigo mismo. Unos dirán que hablo solo, otros que estoy loco. Yo solo diré que es la realidad de mi vida, esta es una charla cuando tenía 7años. Juzguenla ustedes mismos:

Estaba en el parque sentado, recuerdo perfectamente como los niños corrian por el pasto, jugaban al futbol, las niñas sentadas en la caja de arena, jugando a los pastelitos. Y yo. Yo estaba sentado en un columpio, solo, meciendome levemente. El juego esta vacio, sin embargo un niño me saluda:
-Hola
-Hola, ¿como estas?
-Yo bien. ¿Y tu? Ultimamente no hemos hablado mucho...
-Pero ya lo estamos haciendo ahorita
-Esta bien... ¿De qué quieres hablar?
"De que quires hablar" Eso me hizo sentir una sensación de importancia que ha la fecha no he vuelto a sentir)
-De los adultos...
-¿Son raros verdad?
-Si... mi mamá me da risa. Porque siempre cuando me lleva a la escuela se va maquillando-en el carro viendose en el espejo, repitiendo siempre que se le hace tarde...
-Lo sé, y papá, no se te olvide... Cuando se rasura esos pelos que le salen en la cara... Se pone algo blanco, parece que comió mucho merengue. Jajajaja...
-Jajaja... ¿Oye, te puedo hacer una pregunta?
-Ya la hiciste
-¡No tonto! Otra aparte de esa
-Aahhh. Ya entendí. Adelante
-¿Por qué me vienes a ver solo cuando nadie me hace caso?
-Pues para que podamos platicar a gusto
-¿Por qué?
-Porque los adultos son muy cerrados de mente. No entienden lo que sucede en nuestras cabezas.
-¿Y no ellos también fueron niños? ¿Qué ya se les olvidó?
-Si, pero cuando creces se te olvida todo. Los Reyes Magos y Santa Clos ya no te traen nada y debes dejar de jugar con tus juguetes. Casi siempre se los regalan a los niños que no tienen papás ni mamás...
-¡Yo no quiero que regalen mis juguetes!(En esta parte casi rompo en un mar de lagrimas)
-Pero así es y nada lo puede cambiar...
-Pero no es justo ¿Todo lo que hago ahora lo voy a olvidar?
-Talvez, pero, yo estoy contigo y nunca te voy a olvidar...
-Gracias. Te quiero Tom...

(Tom... ese nombre... me trae gratos recuerdos)

-Yo también pero prometeme que no vas a volver a llorar
-Te lo prometo (Me enjuagué las lágrimas que querían salir de mis ojos y dí una sonrisa de oreja a oreja)
-Mejor sigamos platicando... Dime, ¿tu hermana te sigue molestando?
-Si, pero ya no tanto como antes, ahora esta tooodo el día platicando por telefono. Jeje, parece que la pegaron con pegamento
-Jaja. ¿Y qué más hace?
-Pues eso, siempre, y solo una vez la ví, cuando mis papás salieron a la casa de mi tía, mi hermana y yo nos quedamos. Luego luego de que mis papás se fueran mi hermana se puso a hablar otra vez por telefono, y al ratito llegó un muchacho que la saludó y la abrazó. Creo que estaba triste...
-¿Y tú donde estabas?
-Arriba, me iba a dormir, pero ya no lo hice cuando mis papás se fueron. Iba a ver las caricaturas.
-¿Y qué pasó?
-Fue muy raro. Después de que el tipo abrazó a mi hermana, ´le dió un beso en la boca. ¡Guacala! Después, se fueron abrazados a la sala, donde se empezaron a besar más. Parecía que se querían comer las caras. Debían tener mucho calor porque mi hermana se quitó su camisa y el muchacho su camisa.
-Aja. ¿Y qué pasó después?
-No sé. Me fuí a dormir. ¿Cómo quieres qué vea eso?¿Qué asco?¿Te imaginas darle un beso en la boca a una niña?
-Pues ha de ser bonito
-¡Guacala! Eso es asqueroso.


Un balón voló desde un campo cercano y golpeó cerca de mí. En ese tiempo supuse que Tom había corrido asustado. Unos años después supe que pasó. Por ahora solo puedo escribir esto que es lo que recuerdo, no eran muy complejas las pláticas, pero pasaba un muy buen rato con él. Esto es todo lo que puedo escribir hasta que recuerde más.
FIN DEL PRIMER CAPÍTULO.

viernes, 5 de enero de 2007

En la Noche de Reyes

En la noche de Reyes, Toda mi perspectiva del mundo cambió... Toda la fantasía que tenía se desvaneció como un sueño hermoso que llega a su fin por culpa del despertador...

Eran las 2:00 a.m. Y yo había fingido dormir para que pudiera ver a los Reyes Magos venir a dejarme los regalos...
En las sábanas, tapado hasta la cabeza para que nadie notara que estaba despierto, suavemente me destapo para que nadie me escuche y camino descalzo para que mis papás no noten que me levante a horas indevidas de la noche.
Me acerqué al arbolito que teníamos a la entrada de la casa, justo frente a la puerta... Aún no había regalos, aún no había Reyes ahí acomodandolos, aún no había animales afuera de la puerta de entrada... Me decidí por esperar escondido en el baño de servicio, cerca del árbol, para verlos llegar.

Ya eran las 3:00 a.m. y no había nada, yo ya estaba con suficiente sueño para dormirme por ratos... hasta que algo se oyó en el techo de la casa; unos pasos... ¡Eran los Reyes Magos! ¡Por fin los podría ver después de años de nunca poder verlos!...
Entra una silueta, con un bulto en la espalda. Un niño ilusionado sale del baño para saludarlo y abarazarlo... Un Melchor falso se voltéa espantado por oír a alguien que puede echarle a perder el plan trazado durante semanas... Un chuchillo que se supone los Reyes Magos no cargan, entra silenciosamente en el estomago del pequeño... Un niño que se supone no debía morir desangrado esa noche es tirado en el terreno baldío que esta junto a su casa...

A las 4:30 a.m. el hombre de la casa se levanta a tropezones y va al arbolito a acomodar los juguetes para el hijo que hace casi una hora ya no tiene, y mientras lo hace, piensa en abrazarlo en unas horas y desearle lo mejor...